Rosco

Rosco y su padre, Nino, vivían con un cazador que los tenía en condiciones lamentables y que no podía seguir teniéndolos. Por fortuna, una mujer de gran corazón apareció en su camino y para evitar que terminaran en una perrera, se movilizó para encontrarles una mejor solución. Aunque les consiguió casas de acogida las cosas no salieron como se esperaba: Uno de ellos se escapó y tuvo que ser hospitalizado, mientras que en la otra casa se desentendieron.

Gracias a la comunidad animalista de Instagram que le apoya, lograron pagar todos los gastos veterinarios de la hospitalización, y también las vacunas, cartillas, tests, cambio de nombre y desparasitación de ambos. Finalmente, contactó con nosotros para ofrecerles un nuevo comienzo.

Rosco es un perro muy dulce y noble que nunca tuvo la vida que merecía. A pesar de haber vivido con un cazador, él jamás cazó. Toda su vida transcurrió en un jardín, junto a su padre, lo que significa que ha tenido pocas experiencias en el mundo exterior.

Lo que más desea Rosco es estar acompañado. Es un perro muy cariñoso que se pone nervioso si se siente solo y, aunque tiene alma de escapista, su mayor sueño es encontrar un hogar donde sentirse querido y protegido. Pese haber tenido poco contacto con otros perros, se relaciona muy bien con toda la manada de Canópolis.

Rosco merece al fin un hogar de verdad, un lugar donde pueda vivir rodeado de amor y cuidados. Si crees que puedes ofrecerle ese hogar responsable y lleno de cariño, contáctanos para conocerlo.