Kai

Kai vino de la perrera provincial de Huesca para tener mamás posibilidades de ser adoptado, debido al gran número de perros abandonados allí.

El cambio no ha sido fácil para él. Pasar de una jaula a la semilibertad ha sido todo un reto, y estamos avanzando a su ritmo, sin presiones, para que pueda asimilar su nueva vida. Kai es un perro muy sensible, y todo indica que no lo ha tenido fácil en el pasado. Sus reacciones nos hacen pensar que ha sufrido malos tratos, ya que se agacha cuando ve movimientos bruscos.

Pero aunque aún queda camino por recorrer, Kai tiene muchísimo potencial. Cuando se relaja deja ver su lado cariñoso, dulce y noble. Con paciencia y amor, sabemos que florecerá. Le cuesta un poco caminar con correa, pero cada día da pequeños pasos hacia la confianza.

Kai necesita una familia que le dé tiempo, espacio y, sobre todo, mucho amor. Alguien que le ayude a redescubrir la belleza de la vida y le demuestre que el mundo también puede ser un lugar seguro. Si crees que puedes ser esa persona, contáctanos!

Si no puedes adoptar, también puedes ayudarlo haciéndote padrino y convirtiéndote en guardián de su bienestar.