Punta

Punta llegó a Canópolis desde el CAAD Penedès. Antes vivía en una colonia cercana, pero su vida cambió drásticamente cuando un perro la atacó, y tuvieron que amputarle una patita. A partir de ese momento, la calle dejó de ser un lugar seguro para ella.

Al llegar al refugio, Punta pasó dos semanas en la parcela de adaptación, donde el miedo la mantenía escondida y reacia al contacto. Sin embargo, en cuanto tuvo acceso a toda la zona, su actitud dio un giro completo. Aunque aún conserva cierta distancia de seguridad con las personas, se ha convertido en una gata curiosa y animada que disfruta explorando cada rincón de Felípolis.

Se lleva bien con otros gatos, lo que demuestra que está acostumbrada a su compañía. Con las personas confiamos en que, con el tiempo, seguirá ganando confianza y se abrirá un poco más.

Buscamos para Punta una familia que respete su independencia y pueda ofrecerle un hogar con acceso al exterior, donde pueda ser ella misma. ¿Podrías ser tú esa familia?

Si no puedes adoptarla, también puedes ayudar convirtiéndote en su padrino o madrina, asegurando su bienestar.