Punky

A Punky la dejaron abandonada en la puerta de Canópolis metida en un transportín junto a su hermana Rasta (que falleció a los pocos meses). En una nota decían que las habían recogido con una camada de la calle, y ellas dos eran muy salvajitas y no les conseguían casa. Tenían 3 meses de edad.

Y sí, Punky es una gata feral, lo lleva en los genes porque a pesar de las atenciones y las buenas intenciones con ella, aún no hemos conseguido que quiera acercarse a los humanos. Es una gatita muy independiente y se lleva bien con el resto de sus compañeros felinos.

Si deseas ayudarla, puedes hacerte soci@ y apoyar este proyecto que vela por los gatos ferales como ella.